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UNA ORBEA EN LA CUENCA MINERA TUROLENSE

Tez morena, mirada franca, ojos brillantes y sonrisa en los labios, escuchar hablar a “Serranillo” de sus 30 años (1962-1992) trabajando en primera línea en el Pozo “Santa Bárbara” y en el Pozo “Pilar” de Utrillas es como oír a un adolescente hablar de su primer amor. Tomás Escudero nació en Martín del Río en 1945 y nos cuenta su historia.

“Si volviera a nacer volvería a ser minero”

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Martín Del Río se encuentra a 10 kilómetros de Utrillas, ¿cómo llegabas al trabajo?

Mi padre compró una bicicleta de segunda mano a Ramón “el purnas”, con ella subía hacía Utrillas con el saco del bocadillo que me preparaba mi madre y la bota de vino que nunca me faltaba y bajaba al acabar el turno, y os prometo que no me cansaba, después cogía la dalla y segaba los campos a los terratenientes del pueblo.

Realmente era un privilegiado, había otros compañeros que hacían el recorrido a pie, después en 1965 pusieron un camión Pegaso, le llamábamos PEGASIN y hacía la ruta por Martín del Río, Montalbán y Escucha, en aquellos tiempos llegamos a estar 100 trabajadores por turno.

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Fotografía de época en el pozo “Santa Bárbara”. Tomás Escudero, en el mismo lugar, en la actualidad.

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Recorrido desde Martín del Río a Utrillas.

¿Qué recuerdos te trae esa bicicleta?

Me encantaba mi bicicleta, una Orbea, que me llevaba a todos lados, era una sensación de velocidad, libertad y autonomía que me maravillaba. Mi padre tenía un caballo pero me tocó muchas veces llevarlo en la bicicleta y ¡pesaba 90 kilos!

La usaba para trabajar, para ir al huerto, para mis recados, para reunirme con mis amigos. Me acuerdo cuando acudíamos a Vivel Del Río para fiestas y que volvíamos “regular”. Cuando tenía algún problema se la acercaba a Jesús Moya que era el mecánico del pueblo y me reparaba el desaguisado.

La bicicleta de “Serranillo” es una Orbea, con frenos de varilla, faro delantero y parrilla en la parte trasera. El sillín de muelles y la transmisión con plato y piñón libre le confieren un medio de transporte ideal y una auténtica belleza.

Pozo de Santa Bárbara de Utrillas en la actualidad.

¿Y por qué Serranillo?

Nosotros somos procedentes de Son del Puerto (una pequeña aldea en las montañas de Rillo), cuando mis abuelos o bisabuelos se instalaron en Martín del Río les bautizaron como “Serranillos” porque veníamos de la sierra, así eran los pueblos.

¿Qué recuerdas de tu infancia?

Yo fui a la escuela hasta los 14 años, pero los estudios no eran mi fuerte. Eran tiempos de pobreza, recuerdo los desayunos de mi madre, dos yemas de huevo, vino quinado y azúcar. Imperaba en España los pilares Dios, patria y hogar, los domingos mi padre no tenía más remedio que trabajar en el campo y me dejaba a mí, en lo alto del terreno, vigilando la llegada de la Guardia Civil porque estaba prohibido trabajar, había que acudir a misa, y cuando daba la voz de aviso, recogíamos los aperos y nos escabullíamos hacía el pueblo. De los 14 a los 17 años estuve plantando pinos para reforestar el monte.

Al llegar al pueblo nos espera Francisco Gracia Arredondo “Quisquín”, aunque es 15 años más joven están hermanados por la mina. Quisquín presume una salud envidiable, lleva muchos años “jubilado” pero tras 27 años sufriendo la mina, merece este descanso. Quién lo conoce habla de un experimentado cazador y gran recolector de setas.

Serranillo y Quisquín en el Restaurante “La Mina” de Utrillas.

¿Cómo llegas a la mina Tomás?

La mina la llevo en la sangre, mi padre la trabajó y la sufrió, eran tiempos duros y a él le costó la vida, ya que murió recién jubilado con 65 años, en aquellos años no existía la compensación de jubilación prematura. Sus problemas de salud, a causa de la silicosis, empezaron a verse muy pronto.

En cuanto tuve los 17 años sabía que era mi destino y no lo pensé dos veces, por entonces, se trabajaba a destajo y mi primer sueldo fue de 8.000 pesetas, una fortuna en 1962, lo recuerdo como si fuera ayer. Tal como me lo dio el contable se lo entregué a mi madre.

¿Cuál era tu función?

Yo empecé de “picador” en el “frente de arranque”, el lugar que más me gustaba, maza, martillo, pico y pala y “a destajo”.

¿Cuándo empezaste tú Quisquín?

Con 16 años comencé, desde 1976 hasta 2003, yo fui uno de los que las cerraron. También trabajé en el “frente de arranque”, era duro, muy duro pero me siento orgulloso y como “Serranillo”, 100 vidas que viviera, las 100 sería minero.

Serranillo y Quisquín en la recreación del “frente de arranque” en el Museo Minero de Utrillas.
Imagen de época. Propiedad: Restaurante “La Mina” de Utrillas.

Juntos nos llevan al restaurante de Utrillas llamado, como no, “La mina”, los quemadillos de Miguel Ángel Bellés, propietario del bar, son los mejores del mundo nos dicen y es cierto, esa mezcla, de café, canela y limón sin apreciarse la graduación del alcohol lo convierten en un quemadillo único e inconfundible.

¿El mejor quemadillo del mundo? Pruébalo en el restaurante "La Mina" de Utrillas.

Un oficio muy duro, ¿qué era lo peor?

Los accidentes, pensar que cuando yo entré a la mina no usábamos ni el casco, poco a poco fueron mejorando las condiciones pero en la mina cualquier día puede haber un susto. Un día tuve que hacerle un torniquete a un compañero que se cortó un brazo. Antes de entrar, en 1958, un accidente provocó la muerte de 13 mineros y numerosos heridos de gravedad.

Siempre se habla de la peligrosidad de respirar el gas, ¿cómo os asegurabais?

El riesgo cero no existe, nosotros trabajábamos con el candil de carburo, si el candil se apagaba mala señal, el oxígeno escaseaba, también la ausencia de ratas nos ponía en alerta, había muchísimas y si en algún sitio no encontrabas había que tener cuidado.

Nosotros trabajábamos a 250 metros bajo tierra, no todo el mundo soportaría eso.

La visita al museo minero de Utrillas, en el pozo Pilar, ilumina la cara de Serranillo y Quisquín, donde los recuerdos les invaden, explicándonos los entresijos de la mina. Una visita muy recomendable y si tenéis guías como los nuestros, una experiencia inolvidable. 

Serranillo y Quisquín en el Museo Minero de Utrillas.

Fotografía de época. Propiedad: Restaurante “La Mina” de Utrillas.
Museo Minero de Utrillas. Pozo de Santa Bárbara. Serranillo y su Orbea.
Fotografía de época. Propiedad: Restaurante “La Mina” de Utrillas.
Fotografía de época. Propiedad: Restaurante “La Mina” de Utrillas
Serranillo y Quisquín en Martín del Río.
Dos generaciones de “Serranillos".

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