En este momento estás viendo FIESTAS DE SAN ISIDRO. 1952.

FIESTAS DE SAN ISIDRO. 1952.

15 de Mayo de 1952, hace nada menos que 70 años, Adolfo Bello lograba la victoria en el Gran Premio del Excmo. Ayuntamiento de Madrid «San Isidro» para aficionados celebrado en el parque del Retiro. Para homenajear esta gran victoria nos hemos puesto en contacto con Adolfo Bello y Marino Ariza para que nos contaran como era disputar una carrera en Madrid para dos chavales de 19 años.

Adolfo Bello: Teníamos la gran suerte que unos tíos de Marino vivían en Villaverde, así que tomamos el tren en el Portillo hasta la estación de Atocha. Viajábamos en tercera porque no había un billete más barato, eso te daba derecho a facturar un bulto (en nuestro caso la bicicleta) que iba en el vagón de las mercancías, por lo que alguna vez te llevabas una sorpresa y te hacían algún destrozo en la bicicleta por la mala colocación de la carga.

Marino Ariza: Ese año además ya habíamos vendido el premio de la carrera antes de correr, habíamos estado en el taller de José Casorrán y, entre bromas, le dijimos si nos compraría la bicicleta que daban al primero. Aceptó sin problemas y Adolfo se llevó el primer puesto.

Billete de tercera. Zaragoza-Madrid.

Bello: Al llegar a Atocha recogimos la bicicleta y nos dirigimos a Villaverde.

Ariza: Mis tíos tenían una especie de parcela y nos dejaron un camastro para que durmiéramos los dos. Al día siguiente nos fuimos a la salida en el parque del Retiro.

Bello: El día grande de Madrid y habiendo posteriormente la carrera de profesionales, estaba el parque de bote en bote, de aficionados y ciclistas. Estábamos unos 80 corredores para un circuito llano de entre 1.5 y 2 kms. por lo que la organización decidió hacer dos mangas de 40 corredores por eliminación (eliminaban a los dos últimos en cada vuelta) para que los 20 primeros de cada ronda disputaran la prueba final.

Ariza: Eran las últimas vueltas y Adolfo iba por la cola, yo le decía que se colocara más en cabeza porque pasada la meta había un gran estrechamiento y resultaba peligroso. Ya en la última vuelta oigo una caída y justo, Adolfo estaba en el suelo. Esperé a que se levantara y dejé que pasara por delante mío para que se clasificara para la prueba final.

Bello: Al dar por megafonía el listado de corredores clasificados no dijeron mi nombre, y sí el de Raúl Motos, que era uno de los mejores corredores madrileños y se había caído conmigo pero quedo tumbado en el suelo. Así que fuimos a hablar con los jueces y llevamos al propio Motos que reconoció que no había pasado por la línea de meta por lo que los últimos eliminados fueron Motos y Ariza.

Cartel de las Fiestas de San Isidro de 1952.

Bello: En la carrera final, muy muy rápida, llegamos todos juntos. Estuve esperando mi momento, y a falta de 300 metros arranqué y ya no me pudieron coger rueda. Detrás mío entró Berrendero (José Herrero Berrendero), sobrino del mítico Julián Berrendero y conseguí la bicicleta. 

En la entrega de trofeos estaban el presidente de la Unión Velocipédica Española, Alejandro del Caz, el alcalde de Madrid, José Moreno Torres y el Delegado Nacional del Frente de Juventudes, José Antonio Elola-Olaso.

Adolfo Bello por delante de José Herrero Berrendero en el parque del Retiro. 15-05-1952.
De izquierda a derecha, en el reparto de trofeos. Alejandro del Caz, presidente de la U.V.E., D. José Moreno Torres, alcalde de Madrid, dando la mano a un joven Bello y D. José Antonio Elola-Olaso, Delegado Nacional del Frente de Juventudes.

EL REGRESO.

Ariza: Después de la carrera cogimos las bicicletas y nos volvimos a Zaragoza en compañía de los Santamaría (padre e hijo), el padre tenía una tienda de bicicletas en Calatayud y acompañaba a su hijo a las carreras, que también había participado. Nosotros paramos en Ariza donde vivía con mis padres y los Santamaría continuaron hasta Catalayud. Cuando llegó la bicicleta del premio a Zaragoza nos la compró Casorrán y partimos a medias las ganancias.

Esta es una pequeña muestra de la dificultad de los corredores de los años 50 para correr fuera de sus provincias. Después de haber corrido la carrera cogieron el pequeño petate para marcarse más de 200 kilómetros para volver a casa. Héroes ciclistas

Deja una respuesta